PRONÓSTICO RESERVADO
El Consejero de Educación de la Junta
de Andalucía, D. Luciano Alonso Alonso, vecino ocasional de Churriana-Málaga,
con destino en mi Centro de trabajo, el IES Jacaranda, recibió el pasado día 19
de enero, a las 17,30 horas, en una lóbrega sala, venida a menos, del edificio
de servicios centrales de Sevilla a las sufridas delegaciones de asociaciones
profesionales, de la Inspección educativa y de asociaciones de madres y padres
de la Comunidad Autónoma de Andalucía, enarbolando la bandera de la formación
integral como un auténtico superhéroe del sur. Un servidor, parte de la
reducida comitiva de la Asociación Andaluza de Filosofía, todavía tenía los
garbanzos a flor de piel y temía tener que vencer el sopor para afrontar una
dura sesión de trabajo a propósito de la LOMCE, la ley recientemente aprobada,
a instancia del actual Gobierno, con la oposición de todos los sectores de la
cosa educativa (tiene mérito, tanto como no acertar ningún resultado en la
quiniela, por ser algo todavía nunca visto). Pero la reunión tuvo tintes, más
bien, de terapia de grupo, y todo quedó en una declaración de intenciones.
Nos recibió el Sr. Consejero como si
fuésemos pacientes afectados de una dolencia terminal, casi como si
estuviésemos asistiendo a nuestro propio entierro.Como tuvo ocasión de declarar
mi amigo Juan Jesús Ojeda Abolafia en la reunión de marras, tiene su aquél, que
ser progresista en los tiempos que corren se parezca, cada vez más, a ser partidario
de medidas conservadoras. Por ello, en este caso, los presentes entonamos en
más de una ocasión el “virgencita, que me quede como estoy” (lo que implica, en
muchos casos, la conservación del propio puesto de trabajo), lejos de proclamas
revolucionarias, tras escuchar los lamentos, a mi entender, justificados, de
nuestras autoridades autonómicas. Se quejaban éstas del desdén con las que
trata a las Comunidades díscolas el Sr. Ministro Juan Ignacio Wert cuando les
toca asistir a las sesiones de la Conferencia Sectorial. Como sabrán, las
Comunidades de Andalucía, Canarias, Navarra, País Vasco y Cataluña (las que
acogen al 55% del alumnado español, como nos recordó D. Luciano Alonso) han
solicitado recientemente el aplazamiento en un año, al menos, de la aplicación
de la LOMCE en la ESO y el Bachillerato en los territorios que administran,
tras la publicación del Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre, por el que
se establece el currículo básico de la Educación Secundaria Obligatoria y del
Bachillerato, que consagra la segregación temprana del alumnado adolescente.
Nuestros actuales gobernantes
andaluces pretenden introducir medidas paliativas para evitar males mayores, como
son la segregación y el desprecio por la formación integral y la atención a la
diversidad, o las luchas intestinas entre los departamentos didácticos en busca
de horas lectivas, como consecuencia de los posibles excesos derivados de la
amplia autonomía de los Centros, ahora que se tiene que acometer el desarrollo
autonómico del nuevo marco legal en un plazo de siete meses. El texto de
la LOMCE –que pueden encontrar en el BOE
del sábado 3 de enero de 2015, p. 169 y siguientes- está obsesionado por los
contenidos (y eso que nos decían, hace poco, que el Ministerio apostaba por una
educación donde lo instrumental tuviese el protagonismo) y por los “estándares
evaluables” de aprendizaje, que dejan poco margen para la creatividad y la
autonomía del docente. La Consejería y las asociaciones que nos pronunciamos en
la reunión citada, preferimos la formación por competencias, y somos conscientes
de que todo cambio en el sistema educativo debe llevar aparejada la
correspondiente financiación. De no ser así, cualquier Ley de Educación nacería
muerta o, si me apuran, dejaría muchos cadáveres a su paso. ¿Será verdad, como
nos decía nuestro Consejero, que vamos a disfrutar del apoyo de la
Administración en tan difícil trance? Uno de los asistentes –que parecía haber
leído nuestras mentes- se atrevió a proclamar que “se sentía emocionado”.
¿Saben el motivo? Era la primera vez que las autoridades educativas nos
convocaban abiertamente a los profesores para escuchar nuestra voz.
Rafael Guardiola Iranzo
Secretario de la Asociación Andaluza de Filosofía